La fotografía de productos, o fotografía de comercio electrónico, es básicamente lo que parece: fotos tomadas y utilizadas en sitios web y plataformas de redes sociales para ayudar a impulsar las ventas de un producto o servicio.
Dado el auge de las compras en línea, la elección de productos y marcas disponibles para los consumidores en cualquier categoría puede ser amplia, lo que significa que las fotos que ilustran lo que estás vendiendo son un aspecto fundamental para cualquier negocio que vende en línea.
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Por qué es importante la fotografía de producto
La fotografía de productos es mucho más que mostrar a los clientes potenciales cómo se ve tu producto. Las fotos bien consideradas pueden poner tu producto en contexto, ayudando a un cliente a ver cómo podría encajar en su propia vida. De hecho, los investigadores descubrieron que las imágenes vívidas y detalladas de un producto aumentan el sentido psicológico de propiedad de un cliente sobre ese producto. La fotografía también puede ayudar a impulsar tu marca, reforzando lo que representas y lo que eres. Todas estas cosas aumentan la probabilidad de inspirar una compra.
Tomar fotografías que brinden contexto y construyan tu marca no requiere necesariamente una gran cantidad de equipos sofisticados o un fotógrafo profesional, aunque esas dos cosas pueden ayudar. Solo necesitas pensar en tus objetivos cuando se trata de fotografía e invertir algo de tiempo y energía para hacer realidad esas ideas.
Cosas a tener en cuenta
Diferentes tipos de fotos sirven para diferentes propósitos.
Una foto no sirve para todos. Para un solo producto, es posible que necesite varias fotos: tomas de productos estándar sobre un fondo blanco para usar en los mercados; tomas de productos de marca para usar en tu propio sitio web o canales sociales; tomas de estilo de vida que muestran el producto en uso o en un entorno ideal; tomas detalladas que capturan elementos clave o características que desea resaltar; y fotos detrás de escena que capturan el proceso detrás del producto.
Concéntrate en tu iluminación.
La iluminación, no la cámara, es lo que hará o romperá una imagen. Si no tiene mucho equipo elegante, querrás trabajar con iluminación natural, así que busca un lugar cerca de una ventana grande para disparar y espera hasta el momento más brillante del día. La iluminación difusa (también conocida como suave y pareja) es el objetivo, y para evitar puntos muy brillantes o sombras muy oscuras, puedes usar un tablero de espuma blanca para reflejar la luz en tu producto.
La consistencia es clave.
Para asegurarte de que todos tus productos estén asociados con tu marca, procura que la forma en que los fotografías sea relativamente consistente. Todas las fotos de tus productos deben tomarse desde el mismo ángulo y distancia, y todas las fotos de estilo de vida deben tener un tono y una paleta de colores similares.
Cómo tomar fotografía de tu producto
1. Haz un tablero de humor.
No te saltes este paso. Tómate un tiempo para recopilar fotos que capturen la apariencia que deseas replicar en sus fotos. Estudia los ángulos utilizados, los accesorios en posición y los colores y tonos de las imágenes que te inspiran y busca patrones en las cosas que te atraen. Las notas que hagas aquí te ayudarán a decidir qué hacer cuando diseñes y tomes tus propias fotos.
2. Decide lo que necesitas.
Haz una lista de todas las fotos que quieras para cada producto. Como mínimo, esto probablemente debería incluir algunas tomas simples del producto (que muestren el artículo desde varios ángulos clave) sobre un fondo neutral; algunas tomas de productos más divertidas que se alinean mejor con tu marca; y tomas de estilo de vida para poner el producto en contexto para tu cliente.
3. Prepara el escenario.
Perfecciona tu configuración el día de la sesión. Elige un momento del día en el que tengas acceso a la luz natural (tal vez una mesa cerca de una ventana grande) con documentos de fondo y accesorios según sea necesario.
4. Toma y vuelve a tomar fotos.
¡Hora de disparar! Probablemente se necesitarán varios intentos para obtener la toma exactamente correcta, así que no temas tomar varias fotos de la misma configuración en el mismo ángulo. Asegúrate de detenerte y verificar cómo se ven las imágenes y prestar atención a los detalles. ¿La iluminación es uniforme o hay características clave oscurecidas por sombras o reflejos? ¿Hay alguna distracción dentro de tu marco que quizás no pueda editarse o recortarse más tarde?
5. Realiza ediciones y selecciones.
Revisa todas las fotos que tomaste y seleccione una o dos imágenes de cada tipo para cada producto que funcione mejor. Reduzca las que planeas usar para exhibir tu producto en línea, luego realiza ediciones para ayudar a que todas las fotos se vean consistentes.
6. Optimiza las fotos para la web.
Antes de usar tus fotos en línea, asegúrate de que tengan el tamaño correcto, tanto en términos de relación de aspecto (las proporciones de las imágenes) como de resolución (cuántos píxeles crean la imagen) para la plataforma en la que estás publicando. Diferentes plataformas de redes sociales o diseños de sitios web a menudo usan diferentes tamaños y especificaciones.
Deberás asegurarte de que la foto tenga la calidad suficiente para que no esté borrosa, pero tenga un tamaño de archivo lo suficientemente pequeño para que se cargue rápidamente. Finalmente, asegúrate de que las imágenes tengan un nombre descriptivo, para que los motores de búsqueda puedan mostrarlas cuando las personas busquen elementos como los que se muestran en tus fotos.
